Podríamos definir las creencias como «el conjunto de los prejuicios sobre la realidad que un individuo sostiene». Sean éstos conscientes o inconscientes, beneficiosos para nosotros o perjudiciales.
Contrariamente a lo que sería intuitivo, una gran parte de las creencias que sostenemos juegan en nuestra contra. Esto es así porque no elegimos qué creemos de manera deliberada y consciente, sino que absorbemos de pequeños las creencias de fondo de nuestra familia, entorno y cultura. Las aprendemos y luego olvidamos que las hemos aprendido: las mantenemos de manera inconsciente.
Qué sería una creencia que juega en nuestra contra?
Por ejemplo, puede ser que seas artista (músico, escritor@, bailarin@…) y te ganes la vida con ello, y aún así sigas teniendo la sensación de no tener un «trabajo de verdad”. Puede que te digas a ti mism@ que no tienes futuro, que no eres realista…¡y todo esto mientras anualmente ingresas lo mismo que cualquier respetable asalariado! Si es así, posiblemente sostienes creencias sobre el trabajo del tipo «el pan con sudor se gana”: el trabajo tiene que ser duro, vivirse como una obligación, medir 8 horas/día, constar de un jefe al que no soportas, una nómina en el banco, y, por supuesto, hay que llevar corbata. La corbata hace al trabajador.
De este modo, tu propia creencia sobre «qué es trabajar» juega en tu contra, te sabotea. Sostener esta creencia en concreto es negativo para ti.
Una creencia negativa es aquella que no te ayuda a tener éxito. Puede que incluso te lo impida. Además, si es algo que tú crees sin siquiera ser consciente de ello, actúa para tí como un límite que no te deja ni ir ni pensar más allá.
Merece la pena que nos paremos de vez en cuando a revisar (a hacer conscientes) qué creencias inconscientes tenemos. Sobretodo, si queremos ser artisas. Hay muchas creencias negativas en nuestra sociedad en torno a «ser artista» que necesitamos destruir para que no nos impidan tener éxito en nuestro proyecto de vivir del arte.
¿Y cómo puedes hacerlo? Fácil: escribe, en modo «brain storming» (sin pensártelo y sin censura) todo lo que asocies con, siguiendo con el ejemplo, «qué es trabajar». Si lo haces justo después de levantarte, cuando aún estés dormid@, mucho mejor! Más tarde, cuando hayas tomado el café, léelo: todo lo que has escrito son creencias inconscientes que tienes sobre «trabajar».
Subraya todas las creencias que encuentres en el texto. Elige una, la que más te limite en relación a tu objetivo -en este ejemplo, trabajar como artista– («en un trabajo de verdad se lleva corbata»), y reformúlala en positivo para convertirla en una que sí te ayude a conseguir el éxito.
Una vez tengas la nueva creencia: «es posible trabajar y no llevar corbata«, busca evidencias en tu día a día que refuercen esta creencia. Fíjate en todo lo que la apoye (el panadero trabaja y no lleva corbata, el autobusero trabaja y no lleva corbata, etc.).
De este modo, podemos ir modificando, una a una, nuestras creencias negativas por otras de más positivas, por nuevas creencias que nos impulsen a actuar en la dirección de nuestros sueños u objetivos. Que nos potencien en vez de limitarnos.
En definitiva: es inevitable ver el mundo a través del filtro de nuestros propios prejuicios. Lo que podemos evitar es que nuestros prejuicios sean perjudiciales.